Tumbados en la playa, cogidos de la mano, mirábamos el cielo, completamente estrellado. Ninguno quería hablar, pues con una mirada, lo decíamos todo.
La brisa de la noche rozaba nuestras caras con delicadeza, y la arena golpeaba nuestros cuerpos suavemente.
Nuestros ojos se cruzaban lentamente, y decían cantidad de palabras, que solo nuestros corazones podía comprender.
Que bonito! Que romantico! A veces las palabras sobran, con unas simples miradas bastan. :D
ResponderEliminarTienes un blog muy bonito, te sigo!
A veces las palabras sobran, solo se necesita mirar para adentrarse en una persona. Y eso basta para compenetrarse y entenderse.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog, te enlazo para poder leerte de vez en cuando.
Un besito!!
Qué bonito! :)
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