Donde los sueños, son realidad

Siento deciros que me voy a ir una semana de vacaciones. Me iré el viernes y por eso me he dado prisa en publicar este relato. Volveré con Melanie a la vuelta, o sea, el sábado. Espero que os guste. 


Todos tenemos sueños que deseamos con todas nuestras fuerzas que se hagan realidad. Todos hemos soñado con un mundo de fantasía donde tuvíesemos lo que quisiésemos.
Pero lo adultos siempre nos han dicho que olvidásemos todas esas tonterias, porque decían que nada de eso existía.

Pero siempre había algo que nos decía que todos nuestros sueños e ilusiones se cumplirían algún día. Ella nos ha servido de ayuda para muchos de nuestros problemas. No hablo de otra que de la imaginación. Gracias a ella podemos volar como Peter Pan, o viajar al País de las maravillas, junto con Alicia.

Por eso no debemos darnos por vencidos nos digan lo que nos digan, porque además, siempre tendremos a alguien que nos ayude: nuestra imaginación.

La luz del alma

En las noches oscuras,

solo ella nos alumbra, 

llenando de esperanzas

nuestras atormentadas almas.

Sobre el firmamento,

única y bella,

en nuestros corazones refleja,

una parte, de toda su grandeza.

Amnesia

           Todo. Se ha ido todo. Ya no recuerdo nada. Nada.

               Ningún viaje a otro país, ni miles de aventuras por las cuales he pasado,

ni siquiera se quién es aquella que dice que me amó.

Todo se ha ido rápido, muy rápido.

No recuerdo el olor de mi perfume favorito,

ni reconozco en fotos a personas que me han querido.

Ya no tengo nada.

Como siempre, me quedo solo.

Melanie 1

Este es el comienzo de una serie de microrelatos sobre la joven escritora Melanie. Espero que os gusten todos los que escriba.

Melanie era joven. Aún tenía 15 años e iba al instituto público de su localidad. Aunque no era una de las chicas más populares, a Melanie nunca le importó.
Ella siempre llevaba un libro consigo, fuese a donde fuese. Y cuando se leía uno, empezaba a devorar otro.

Cada día escribía un poema, o un microrelato o algún capitulo suelto para una novela que nunca acabaría. Simplemente escribía y escribía para liberarse y poder expresar todos sus sentimientos a través de un folio o una libreta.

Sus amigas a veces la tomaban por loca, pero ella sabía que algún día encontraría a alguien que fuese como ella y que tuviese la misma pasión por los libros y la escritura. Ella lo sabía. Y jamás cambiaría su forma de ser, por nadie.

No te necesito

No sientas pena por mí. Ni melancolía, ni nada. No quiero que te compadezcas ni que me intentes consolar con tus absurdas palabras.
Solo quiero que te vayas. Que te vayas lejos, con tus frases de ánimo, y que me dejes a mi, solo, con mis pensamientos.


No te quiero. Ya no. 
Vete, no te necesito. Ya no.


Sino me has oído bien, te lo repito. Ahora soy libre de hacer lo que quiero. No te necesito... ¡NO TE NECESITO!

Tarde de verano

Agarrados de la mano, caminábamos por la playa. Sin hablarnos, y solo con nuestra mirada, podíamos estar hablando durante horas y horas.
Aquel momento, eterno, queda grabado en mi memoria, como uno de esos tatuajes que no se quitan nunca y que permanecen en tu cuerpo para toda la vida.


Aquella tarde de verano, paseando los dos, a solas, fue y será, el momento más increíble de toda mi vida.

Viendo pasar la vida

Sentado en una silla de madera robusta, frente a una ventana de cristales finos y poco decorados, veo pasar la vida. El paso del tiempo afecta a todos y nadie se libra de su fatal destino: la muerte.

Un señor con sombrero negro, una dulce y linda señorita paseando a su perro, dos chavales haciendo deporte, y unos padres paseando a sus hijos por el parque son la estampa de este paisaje que veo ahora, y que puede que pronto desaparezca por completo.

Se que yo también acabaré igual que todos, puesto que ninguno nos escabulliremos de nuestra cita con la muerte.

Puede que hoy esté aquí, y que mañana problamente también, pero quién sabe lo que me depara el futuro. Aún soy joven y debo disfrutar, pero yo vivo en el presente y, desde mi pequeña y remota venta, veo pasar el tiempo, y sobre todo, la vida